Reinvención. Es rompedor con respecto a todas las prácticas anteriores en materia de urbanismo y de ordenamiento territorial. ¿Su origen? Después de haber identificado 23 sitios que le pertenecían, la Ciudad invitó a equipos pluridisciplinarinares del mundo entero a proponer proyectos urbanos innovadores, haciendo énfasis en los nuevos usos y servicios, el carácter mixto social, la co-construcción e igualmente el respeto del medio ambiente y la economía circular.
Se revelaron totalmente disruptivos en materia de innovación urbana: «Los candidatos han cuestionado todos los códigos clásicos para proponernos proyectos fuera de serie», se regocijaban sus convocantes. Un hecho también importante a resaltar es que, lejos del ambiente político habitual, esta iniciativa ha sido saludada prácticamente por unanimidad, por las diversas fuerzas políticas.
¿Has conocido una ciudad tan absolutamente homogeneizada a nivel arquitectónico? Ventanas, balcones, cornisas, miradores y chaflanes parecen hechos por el mismo arquitecto. La estética y la coherencia con que se hayan realizados los edificios de las zonas clásicas, parecen sacados del mismo estudio de arquitectura. No cabe duda de que para inventar el urbanismo del siglo XXI, hay que hacerlo de otra manera. Hacer de otra manera, significa utilizar más materia gris para consumir menos materias primas. Hacer de otra manera, es también transformar hormigón prefabricado, placas de yeso en fundaciones o en aisladores acústicos y de temperatura. Lo que significa seleccionar los materiales y productos óptimos, entre todos los que se ofrecen hoy a los ingenieros y arquitectos. Es igualmente tender hacia el cero desperdicio, a la sostenibilidad y a producir localmente o recuperar la energía. En quierocambiarmisventas.com estos principios forman parte de nuestra manera de hacer, ya desde hace tiempo.
El urbanismo del siglo XXI es reinvención, es aquel que se implica en la revolución de los usos y propone edificios plurales, versátiles, reversibles, adaptativos. La ciudad debe adaptarse a los nuevos modos de vivir, de trabajar, de comerciar o de producir.
Para concluir, no olvidemos el pilar económico, porque hay también que contar con nuevos modelos económicos para reinventar las ciudades. Nuevos proyectos económicamente viables reduciendo las desigualdades y regulando el mercado de los bienes inmuebles urbanos.
¡Sí, no hemos dicho de qué ciudad se trata pero… Siempre nos quedará París…
Fuentes: Deceuninck.es, i-Ambiente Cities y www.reinventer.paris